Esto con el objetivo de exponer las ventajas y apuestas que se tiene de la situación de desastres naturales y la necesidad de atender algunas consecuencias en el país.
Según las autoridades El Salvador cuenta con el fondo de respaldo más grande de US$400 millones para la movilización oportuna ante las posibles emergencias que puedan presentarse.
El financiamiento según las autoridades del Gobierno central ha sido otorgado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
El viceministro Posada, manifestó que en mayo del año pasado fue aprobada la estrategia de Gestión Financiera de Riesgo de Desastres, agregó que la herramienta busca generar el conocimiento sobre el posible impacto de eventos naturales.
Un menor dinamismo económico generado por la ocurrencia del desastre impacta negativamente el Producto Interno Bruto (PIB), presiona a un incremento de gasto público para enfrentar la emergencia y puede a su vez, disminuir los ingresos fiscales y aumentar la deuda pública.
El Ministerio de Hacienda busca gestionar los riesgos fiscales de manera integral, incorporando el análisis del riesgo de desastres, ante diversos escenarios de impacto en las cuentas fiscales.