Sábado, 19 Junio 2021 17:09

La crisis económica en América Latina y el Caribe empuja a trabajadores al mercado laboral informal

Escrito por Alondra Gutiérrez
La crisis económica en América Latina y el Caribe empuja a trabajadores al mercado laboral informal Cortesía

Las crisis económicas como la que América Latina y el Caribe está padeciendo en este momento tienen efectos duraderos sobre la estructura del empleo y podrían expulsar a muchas personas permanentemente de la economía formal, de acuerdo a un nuevo informe del Banco Mundial (BM).

La pandemia de Covid-19 impacta mayoritariamente a los trabajadores poco calificados y también exacerba la de por sí elevada desigualdad de la región, de acuerdo a El Empleo en Crisis: Un Camino Hacia Mejores Puestos de Trabajo en la América Latina Pos-Covid-19. Luego de una crisis, los trabajadores poco calificados a menudo tienen menores ingresos a lo largo de una década, mientras que los muy calificados experimentan una pronta recuperación.

Las políticas públicas deben enfocarse en proteger a los trabajadores de este fuerte impacto a largo plazo mediante el uso de seguros de desempleo, redes de seguridad social y programas de reconversión, además de facilitar la creación de empleo y ayudar a los trabajadores a estar donde están los empleos.

Esto puede favorecerse a través de una mayor competencia, más flexibilidad para gestionar los recursos humanos y una reducción de los subsidios. A través de políticas comerciales y de adquisiciones públicas, asimismo los gobiernos pueden mejorar el entorno para que las empresas competitivas prosperen. La inversión pública focalizada en el transporte puede acercar los trabajadores a los puestos de trabajo, mientras que las viviendas asequibles pueden ayudarlos a residir allí donde los empleos se encuentran.

En promedio, luego de tres años una recesión genera una pérdida neta de 1,5 millones de puestos de trabajo, con una contracción de 3% en el empleo formal y una expansión del empleo informal. La crisis actual podría ser incluso peor y provocar una contracción en el empleo formal de hasta 4%.

En teoría, los trabajadores poco calificados suelen ser los más afectados, algo que exacerba las desigualdades persistentes en la región. Para ellos, las secuelas de las crisis pueden durar hasta una década, con pérdidas de ingreso y mayor vulnerabilidad.

Asimismo, dos tercios de los países de la región carecen de programas de seguro de desempleo. Con el fin de minimizar las secuelas a largo plazo, los gobiernos deben poner en marcha políticas para apoyar la reactivación sostenible de la economía y facilitar la recuperación del empleo.

“Las políticas correctas pueden ayudar a limitar el impacto de las crisis sobre el empleo y a promover la creación de más puestos de trabajo en la fase de recuperación", dijo, Carlos Felipe Jaramillo, vicepresidente del Banco Mundial para América Latina y el Caribe.

Los programas de ayuda económica, como los seguros de desempleo y otras transferencias a los hogares durante las desaceleraciones económicas, limitan el daño causado por las contracciones y ayudan a las economías a recuperarse. No obstante, uno de los desafíos de la región es que segmentos importantes de la fuerza laboral operan en la informalidad y de esta manera no son alcanzados por los seguros de desempleo tradicionales.

Ante la pandemia del Covid-19 el Banco Mundial, desde el inicio, la entidad financiera ha comprometido más de US$125.000 millones para combatir los impactos sanitarios, económicos y sociales de la pandemia, la respuesta más rápida y de mayor envergadura de su historia ante una crisis.

El financiamiento está ayudando a más de 100 países a fortalecer la preparación ante casos de la pandemia, proteger a los pobres y resguardar los empleos, y poner en marcha sin demora una recuperación respetuosa del clima. El Banco también está proporcionando US$12 millones para ayudar a los países de ingreso bajo y mediano a adquirir y distribuir vacunas, pruebas y tratamientos para el Covid-19.