Este resultado se explicaría principalmente por el aumento de la IED en algunos países, por el crecimiento de todos los componentes de la IED, especialmente la reinversión de utilidades; y por el alza de la IED en el sector de servicios.
Esta dinámica es congruente con la recuperación pospandemia y no es claro si se mantendrá en niveles similares en 2023, señala el informe anual La Inversión Extranjera Directa en América Latina y el Caribe 2023.
Desde 2013 las entradas de IED en los países latinoamericanos y caribeños no superaban los 200.000 millones de dólares. El peso de estos flujos en el Producto Interno Bruto (PIB) regional también aumentó en 2022, llegando a representar el 4,0%, según el documento.
“El reto de atraer y retener inversión extranjera directa que contribuya efectivamente al desarrollo productivo sostenible e inclusivo de la región sigue más vigente que nunca. Hay nuevas oportunidades en una era de reconfiguración de cadenas globales de valor y de relocalización geográfica de la producción ante una globalización cambiante”, afirmó el Secretario Ejecutivo de la CEPAL, José Manuel Salazar-Xirinachs.
El alto funcionario de las Naciones Unidas enfatizó que “el reto no solo es atraer y retener, sino maximizar la contribución de la IED al desarrollo, y para esto los países deben poner atención a las políticas de desarrollo productivo post-establecimiento, que incluyen el fomento a los encadenamientos productivos, políticas de agregación de valor y ascenso en las cadenas de valor, de desarrollo de recursos humanos, de infraestructura y logística y de construcción de capacidades locales”.