Según un nuevo informe del Banco Mundial, se necesita un ambicioso impulso de las políticas para aumentar la productividad y la oferta de mano de obra, incrementar la inversión y el comercio, y aprovechar el potencial del sector delos servicios.
En el informe se documenta una tendencia preocupante: casi todas las fuerzas económicas que impulsaron el progreso y la prosperidad en las últimas tres décadas se están disipando.
En consecuencia, se espera que entre 2023 y 2030 el crecimiento potencial promedio del Producto Interno Bruto (PIB) mundial disminuya aproximadamente un tercio respecto de la tasa observada en la primera década de este siglo y se ubique en torno al 2.2% anual.
En el caso de las economías en desarrollo, la disminución también será pronunciada: del 6% al año entre 2000 y 2010 al 4% anual durante el resto de esta década.
Estas caídas serían mucho más marcadas en caso de producirse una crisis financiera mundial o una recesión.
En el análisis se muestra que el crecimiento potencial del PIB puede incrementarse hasta 0.7 puntos porcentuales y alcanzar una tasa media anual del 2.9% si los países adoptan políticas sostenibles y orientadas al crecimiento.
De este modo, la desaceleración prevista se traduciría en una aceleración del crecimiento potencial del PIB mundial.
En el informe se destacan medidas de política específicas a nivel nacional que pueden contribuir notablemente a la promoción de las perspectivas de crecimiento a largo plazo:
Alinear los marcos monetario, fiscal y financiero: La
- Aumentar la inversión.
- Reducir los costos del comercio.
- Capitalizar los servicios
- Aumentar la participación en la fuerza de trabajo