Si bien el presupuesto aprobado para 2023 mantiene el gasto primario sin cambios en términos reales, es necesario un mayor esfuerzo para afrontar las limitantes al financiamiento, en el contexto de una disminución prevista de los ingresos.
Las principales áreas de interés son las siguientes:
Ingresos tributarios. Tras un periodo de ingresos cíclicamente altos, los logros del plan anti-evasión deben preservarse y debería considerarse el aumento de la tasa de impuestos sobre el consumo.
Remuneraciones públicas. A pesar de algunos esfuerzos por contener el gasto salarial en el presupuesto de 2023, se prevé que el gasto en remuneraciones siga superando el 11 por ciento del PIB.
Por ello, debería considerarse la derogación de los mecanismos especiales de indexación salarial y una reforma del servicio civil que refuerce el vínculo entre cualificaciones y retribuciones, así como el redimensionamiento del empleo público.
Subsidios energéticos. Aunque se han dado pasos positivos para poner fin a la congelación de los precios de la gasolina y el diésel en 2022 (con un costo de 1¾ por ciento del PIB), debería considerarse la eliminación del subsidio universal al GLP (Fondo de estabilización) y mejorar la focalización del subsidio al GLP basada en una tarjeta (Tarjeta Solidaria).
Para fortalecer los controles y limitar pérdidas, debería desarrollarse la capacidad de la recién creada unidad de subsidios en el Ministerio de Hacienda.