Añadió, esta es la verdadera crisis de desarrollo que enfrenta América Latina y el Caribe: la región ha fracasado estrepitosamente a la hora de promover la sofisticación tecnológica, la complejidad económica y la diversificación de la producción y las exportaciones, lo que ha hecho que todos los países caigan en la trampa del ingreso medio.
Como resultado ninguno se ha acercado siquiera al umbral de los US$20 mil de ingreso per capita.
Hay toda una lista de cosas que tienen que estar bien: clima de inversión, infraestructuras, educación, equilibrios macroeconómicos, buena gobernanza.
El funcionario destacó que una solución podrían ser las políticas de iniciativas de clúster o las políticas basadas en grupos, que pueden construirse desde abajo, aunque algunos de los factores en la lista de competitividad no estén correctos al 100%.
Indicó que los clusters son formas específicas de asociaciones público-privadas en donde se crea un espacio de gobernanza en el cual todos los actores relevantes colaboran para promover la competitividad, la creación de empleos, innovación, habilidades, financiamiento y la remoción de obstáculos para el crecimiento del cluster, sector o aglomeración.
Los clusters más exitosos son aquellos liderados por el sector privado, con una estrecha cooperación de agencias de gobierno e instituciones educacionales y de formación profesional.